Os presento a Horatio. Desde hace un mes forma parte de nuestra manada. Tiene dos meses y obviamente es un gato. Alguien lo tiró dentro de una bolsa dentro de un contenedor de basura. Unas amigas de mi hija lo oyeron y al abrir el contenedor vieron una bolsa que se movía. Valientemente la abrieron y descubrieron a Horatio. Aunque entonces todavía no se llamaba así claro. Lo llevaron al veterinario, que lo desparasitó y vio que estaba en buenas condiciones. Como no lo podían tener en su casa, hablaron con mi hija y el resto de la historia os la podéis imaginar.
Nunca he sido de gatos, pero Horatio desde el primer momento se ha ganado un lugar en nuestro corazón.
Y se ha convertido en un compañero de juegos inseparable de nuestro protagonista Rex, que una vez más demuestra lo buen pero que es.
Así que espero desde Madrid o desde Valencia poder escribir entradas con este nuevo conversador.
Buenas noches desde este blog más interespecie que nunca.
Qué felicidad que haya llegado un pequeño tigre a casa. Seguro, Rex, estás pasando hora de diversión con esas garritas afiladas y la curiosidad del bebé. Estarás explorando tu instinto paterno cuídándolo, jugando con él y enseñándole a ser un buen perro. Saludame a Desdi que debe estar muy divertido con la familia.
ResponderEliminarHola Simia. Tal cual como dices. Rex y Horatio se están haciendo inseparables. Juegan juntos, beben juntos, piden xuxes juntos. Salvo una excepción, la comida.
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