martes, 18 de noviembre de 2008

El arte de conducir bajo la lluvia

Querido Rex, comienzo con ilusión a leer la novela de Garth Stein. Me la he comprado a las dos horas no llega de haberme enterado de su existencia. ¿Se parecerá Enzo tanto a tí como me imagino? ¿Me pareceré yo al piloto de carreras que conduce su vida lo mejor que le dejan?
Ayer un compañero me confesaba que su vida cambió cuando comenzó a leer las teorías cosmológicas recogidas en libros como El Universo Elegante, Historia del Tiempo,...Yo le contesté que también cambié, con mi confianza en la Ciencia, al darme cuenta que no somos más que monos desnudos, pero nada que ver con el cambio experimentado desde que tú, mi querido amigo Rex, formas parte de mi vida.
Transcribo un párrafo de la contraportada del libro: "En Mongolia, cuando un perro muere es enterrado en lo alto de la montaña para que nadie pueda pisar su tumba. El dueño del perro le susurra al oído que desea que se reencarne, en su próxima vida, en un hombre. Hasta entonces, el alma del perro es libre de vagar por la tierra y sus paisajes, durante el tiempo que quiera. Sólo algunos perros se reencarnan en hombres, únicamente los que están listos para ello. Yo lo estoy."
En tu próxima vida quizá querido Rex, tú también te reencarnes en un hombre y yo se de más de un hombre que en su próxima vida merecería reencarnarse en un ...

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