Mientras reposa el té, le presento a Rex al peluchín de schnauzer que acompaña a la taza.
Pronto van tomando confianza. Parece que van a ser buenos amigos.
De repente Rex se muestra demasiado efusivo. El peluchín refleja una mirada de pánico.En efecto, el instinto depredador se muestra en plena crudeza, como un reportaje de El Hombre y La Tierra. Mientras disfruto del té, puede que Rex despanzurre al peluchín.Pero todo acaba bien...por el momento. Termino mi té y el peluchín acaba escondiéndose en su propia taza.
Continuará... ¿Cuanto durará el peluchín en casa?