Los schnauzers son unos guardianes innatos, pero con un fuerte encanto. En muchas ocasiones veo fotos de schnauzers que parecen auténticos peluches. Esta es la polivalencia del schnauzer standard. Rex no es un schnauzer que parezca especialmente un peluche, sino que más bien parece un perro con los que Roald Amundsen llegó al Polo Sur (leer esto le sube la moral a Rex). Sin embargo, Rex tiene un amigo de peluche, con el que, muestra de su madurez, cosas de la edad, se lleva fenomenal, ya que no mucho tiempo atrás, el peluchín le hubiera durado a Rex unos cuantos segundos.
Toda esta historia de Rex y su peluche, la cuento, porque hace unos días, alguien de una red social, que no es facebook (donde todos nuestros amigos hasta ahora son serios), nos solicitó amistad, indicando que también tenía un schnauzer, del que nos adjuntaba una foto. Desde el principio observé algo artificial en la foto del schnauzer y por extraño que parezca, me convencí de que era la foto de un schnauzer de peluche con un realismo extraordinario. Así que solicité al amig@ que nos enviara otra foto de su lindo schnauzer en otra posición, tras lo cual desapareció y no me dejó siquiera posibilidad de acceder a sus fotografías, por lo que lamentablemente no puedo dejar constancia de la perfección del schnauzer de peluche. He buscado en Internet imágenes de peluches que se aproximaran a tal grado de realismo, sin éxito alguno. Es un misterio digno de un relato fantástico de Guy de Maupassant, que se podía titular "El schnauzer de peluche cobra vida" o algo así.
Conclusión, como dice Rex, algunos humanos tienen un comportamiento extraño. Rex me dice que puede entender que alguien le hable a un peluche, sea schnauzer u osito blanco, pero de ahí a presentarlo como si fuera real...