"Mira, mira, papá un perro con barba.
Y anda como yo" - dijo la niña mientras imitaba los andares de bailarina de Rex.
La niña pequeña se acercó y comenzó a acariciarlo. A Rex le encantan los niños y le encanta que le acaricien.
Yo no dije nada, espere unos segundos y seguí mi paseo con Rex y sus andares y su barba. La niña lo seguía con su mirada y pensé que un día no muy lejano esa niña tendrá su schnauzer.