Pero el vigilante no está solo. A sus pies un perro acechante le protege. Se trata de un primitivo Schnauzer. Todos los que vivimos con un Schnauzer, podemos sentir la tranquilidad que le debía infundir a nuestro Nachwaechter. El origen del Schnauzer estándar se remonta al siglo XV y desde el principio, su relación con el hombre ha sido como guardia de confianza y buen perro de familia. En la Alemania de los siglos XV y XVI, los granjeros que salían a comerciar sus productos, los utilizaban para proteger sus carretas. Estos perros de guardia demostraron desde el principio ser resistentes y fiables, y eran de un tamaño que no ocupaban demasiado espacio en el carro, siendo sin embargo muy feroces para repeler el robo y defender a sus dueños.
Así pues, el dueño de un Schnauzer, como desde 1.620 nos muestra la "Nachwaechter-Brunnen", encontrará en él , un atento guardián y un excelente compañero en la vida cotidiana, muy cariñoso con su familia, que siempre le será fiel y defenderá su propiedad, alejando a los extraños, ya que ésta era su tarea antiguamente.
Próximamente..."El Centinela".