Una de las cosas que más le gustan a Rex es sacar la cabeza por la ventanilla del coche y que su barba y su flequillo los acaricie el viento.
Cuando desde el asiento de copiloto se mira hacia atrás, lo primero que se observa es su barba al viento. Y mejor todavía si llueve un poco y la barba y la trufa se humedecen.