Por ejemplo, cuando no lo escuchas, ni lo ves, y de repente sabes que está tumbado en tu cama, cuando dejas la ropa limpia en la cesta y sabes que lo próximo que vas a ver es a tu schnauzer corriendo por el pasillo con tus calcetines en la boca, cuando tiras un papel a la papelera y lo ves acercarse sigilosamente,…en fin, pasajes deliciosos de la convivencia diaria con tu schnauzer, en los que después de varios intentos de ponerme serio, siempre acabo estrujándolo y revolcándome con él por el suelo.
Os dejo esto que encontré por la red y que sin duda ha escrito alguien que los conoce bien.