Nadie aprecia tanto lo especial que es tu conversación como lo hace tu perro. Christopher Morley.
miércoles, 18 de abril de 2012
Hermano Sol, hermana Luna
Soy un fans de San Francisco de Asís. Estoy leyendo el libro de René Fülöp - Miller, titulado "Francisco", del que extraigo el siguiente pasaje:
En el año 1213, Francisco trató con un pescador, que le llevó a través del lago Trasimeno hasta la deshabitada isla Maggiore, donde se proponía pasar en silencio y meditación cuarenta días.
Una noche, cuando alzó los ojos, vió una liebre echada a su lado, que le observaba atentamente y no daba muestras de temor o recelo. Francisco la acarició suavemente, y la liebre se quedó con él; durmió en su compañía y, por la mañana, despertó con él, descansando tranquilamente. Cuando Francisco, paseaba alrededor de la isla, la liebre venía saltando tras él; y cuando recogía hierbas y hojas frescas para su nuevo compañero, este las comía de su mano. Una honda amistad surgió entre el solitario silencioso y la liebre. Francisco pasó cuarenta días en la isla Maggiore en su compañía, y cuando el pescador volvió para llevar de nuevo a Francisco entre los hombres, al abandonar la isla, Francisco le dijo a la liebre: "Adiós,hermano de los labios temblorosos".
Rex bien pudiera ser el hermano hocicudo, y siento que entre ambos se ha establecido una relación mística como la que Francisco encontró en la isla Maggiore con el hermano de los labios temblorosos.
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