Cuando paseando nos encontramos con algún dálmata, ya sabes que los miro de manera muy especial. Me recuerdan a mi perra de manchas marrones con la que realicé la larga travesía del desierto que me convirtió en un héroe cotidiano. Ahora cuando en ocasiones los árboles no me dejan ver el bosque, me preparo para volver a ser un guerrero pacífico. Junto a Tania lo conseguí sin tan siquiera saberlo y junto a tí, mi schnauzer standard Rex, espero volver a hacerlo.
En recuerdo de Tania.
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