Mientras reposa el té, le presento a Rex al peluchín de schnauzer que acompaña a la taza.
Pronto van tomando confianza. Parece que van a ser buenos amigos.
De repente Rex se muestra demasiado efusivo. El peluchín refleja una mirada de pánico.En efecto, el instinto depredador se muestra en plena crudeza, como un reportaje de El Hombre y La Tierra. Mientras disfruto del té, puede que Rex despanzurre al peluchín.Pero todo acaba bien...por el momento. Termino mi té y el peluchín acaba escondiéndose en su propia taza.
Continuará... ¿Cuanto durará el peluchín en casa?
Pero qué bueno es Rex!!! Yo la mirada de pánico se la quito al peluchín en un plis plas porque lo primero que me como son los ojos.
ResponderEliminarYo creo que durará poco, en cuanto los dejéis solos...creo que Rex no se reprimirá.
ResponderEliminarbesos caninos
Que bonito. A Romy también le gusta jugar con los peluchitos. Está muy guapo Rex, hace tiempo que no lo veía.
ResponderEliminarBesitos
qué genial blog!!!
ResponderEliminarhola Rex y compañía gracias por uniros a nuestro aún pequeño y humilde proyecto... hoy tenemos un tema algo... oloroso... te dejo que lo veas... pero sirve para que los humanos aprendan más de nuestra salud.
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