Nadie aprecia tanto lo especial que es tu conversación como lo hace tu perro. Christopher Morley.
domingo, 24 de marzo de 2013
Siete por siete cuarenta y nueve
A lo largo de este año, Rex y yo vamos a coincidir en edad. El tiempo pasa rápido, pero lo hace todavía más cuando la referencia temporal es la de la vida de Rex. Hace apenas unos años era un cachorro juguetón, que se comía las patas de las sillas y no dejaba una planta a salvo. Cuando tenía dos años fue papá de una camada de nueve cachorros. Pronto comenzó a darme clases como entrenador personal. Ahora me enseña filosofía canina. El futuro no se sabe que nos depara, pero con unos años más Rex se convertirá en un viejito. No sé…el tiempo pasa muy rápido. Demasiado. Carpe diem, de acuerdo Rex?
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Hola he llegado a tu blog de casualidad he tenido un schnauzer mediano durante trece años se llamaba Coco se nos fué hace un mes, era mas que un perro, tenía ese carisma de los schnauzer y una gran pasión por las excursiones, me lo regalaron cuando tenía dieciseis años y ha sido el mejor compañero de aventuras que he tenido.
ResponderEliminarLeer tu blog y tus palabras hacía Rex me reconfortan.
Un saludo para ti y para Rex y que sigais disfrutando juntos cada momento.
Lucía, me alegra mucho tu comentario y haberte podido reconfortar aunque sea un poquito. Siento mucho que se haya marchado Coco. Por lo que dices debía parecerse a Rex. Mi hija tiene ahora catorce años, cuando llegó Rex tenía siete, así que imagina también lo que Rex supone para ella. Por eso me pongo en tu lugar.
ResponderEliminarTienes este blog como punto de encuentro para escribir lo que quieras compartir siempre que quieras.
Un abrazo muy fuerte.