Cuando los problemas comienzan a agobiarme, pienso en el próximo paseo con Rex. Seguramente esta noche. Unidos por la correa, pero enlazados por un sentimiento de disfrutar del momento, de la alegría de estar juntos aquí y ahora, sin preocuparnos por mañana. Me encanta saber que pase lo que pase, siempre me quedará Rex.
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