No voy a hablar ni de datos ni de análisis sobre la madurez de un schnauzer standard S&P. Este es un blog de sentimientos y no de definiciones. Para éstas ya existen los libros y los buscadores de internet.
Yo puedo hablaros, por ejemplo de ésta foto. Es de Rex a los pocos días de llegar a casa, tras separarlo de su camada. Todavía sigue sorprendiéndome la carita de inocente que ponía en contraposición con las trastadas que montaba. Un carácter alegre y juguetón, que ahora tras 4 años y 8 meses, todavía no ha abandonado. Y sinceramente, el día que Rex deje de ser trasto, empezaré a preocuparme.
No debo generalizar, pero considero que a los 4 años, Rex ha alcanzado un nivel de madurez aceptable.
No se bien por qué, pero a veces, tengo la sensación de comenzar una nueva etapa en mi relación con Rex. Una etapa donde cada vez con más facilidad, intercambiamos culturas de cánido a homínido y viceversa. Rex aprende de mí y yo aprendo de él.
Aprendo a caminar a cuatro patas, y a jugar como un cachorro revolcándome y escondiéndome, como un Mogli que vive en una selva de asfalto.
En este sentido, la madurez del schnauzer standard S&P, lleva a la madurez del hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario