Sin que tenga nada que ver con el argumento de la famosa y recomendable película, sí que encuentro un parecido en cuanto al tema, en lo que corresponde a mi jardinero particular Rex. Un jardinero de afición con una fidelidad ejemplar.
Ya desde su más tierna infancia, Rex mostró interés por las plantas.
Al poco tiempo comenzó a realizar transplantes e injertos en el mundo vegetal.
Y eso sí, siempre con su carita de no haber roto nunca un plato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario