¡Gracias Rubí! En los momentos de más presión en el trabajo, te aseguro que me resulta un alivio pensar en la bonita imagen de tu entrada, y en lo que ella significa. Es halagador verme representado así, junto a Rex, sobretodo por la pervivencia de "lo romántico": una actitud que en palabras de Novalis, consiste en conferir a lo ordinario un sentido más elevado; a lo conocido, dignidad de desconocido, y a lo finito, una apariencia de infinitud. Una posición ante la vida que descubrí junto a Tania en los largos veranos en Segorbe y que veo reflejada en ésta entrada. Gracias Rubí por recordármelo y por imaginarnos así.
Esta genial la foto.
ResponderEliminarelouuuuu. me imagino que andarán en una cruzada por la paz mundial o algo así. Saludos
ResponderEliminar¿Cómo lo has hecho? está logradísimo!!
ResponderEliminar¡Qué lindo! ¿Y justo fui yo quien os armé caballeros a ambos? No lo recordaba...
ResponderEliminar¡Gracias Rubí!
ResponderEliminarEn los momentos de más presión en el trabajo, te aseguro que me resulta un alivio pensar en la bonita imagen de tu entrada, y en lo que ella significa.
Es halagador verme representado así, junto a Rex, sobretodo por la pervivencia de "lo romántico": una actitud que en palabras de Novalis, consiste en conferir a lo ordinario un sentido más elevado; a lo conocido, dignidad de desconocido, y a lo finito, una apariencia de infinitud. Una posición ante la vida que descubrí junto a Tania en los largos veranos en Segorbe y que veo reflejada en ésta entrada.
Gracias Rubí por recordármelo y por imaginarnos así.