sábado, 14 de febrero de 2009

Corre Conejo ... Desdichado

Hoy Rex quiero hablarte del último libro que he comenzado a leer. Sí, en efecto, ese que abro por la noche metido en la cama mientras te tumbas a mi lado antes de quedarme dormido a los cinco minutos. Se llama “Corre, Conejo” (editado por Fábula Tusquets en una edición económica y de muy buena calidad) y es de Jhon Updike. Sólo llevo leído un tercio del libro, pero más allá de la simple anécdota de haber dado lugar a la leyenda urbana del hombre que sale un día de su casa a por tabaco y decide no volver, me hace pensar en la parte de Conejo que en mayor ó menor medida todos tenemos. En aquella parte de nuestra vida (pasada, presente y futura) con la que nos cuesta enfrentarnos ó/y nos gustaría dejar atrás de un plumazo.
También me hace reflexionar sobre el famoso personaje del conejo blanco de Alicia, que no para de correr cronometrándose a sí mismo para llegar a tiempo a algo muy importante para él (recalco lo de para él) y evitar que la Reina de Corazones le corte la cabeza. Aquí el conejo deja de tener vida propia. Vivir para correr hasta reventar ó hasta acabar sin cabeza.
Pero a estas alturas de mis reflexiones apareces tú. Quizás con un buen perro a su lado, Conejo no hubiera salido corriendo, ó se lo hubiera llevado como compañero de aventuras (recuerdo Tombuctú). Puede que con un compañero así, hasta el conejo blanco hubiera perdido el cronómetro jugando con él.
En fin, querido Rex, que como dijo Rubi en uno de sus post, menos mal que en nuestra vida hay niños, perros, libros y música, ó en su defecto puede haber sol, libertad y una pequeña flor azul, como dijo Andersen. Además, vivir así es un buen remedio contra la crisis.

5 comentarios:

  1. Ja tu entrada me hace acordarme de mis pleitos con el tiempo.
    Un día escribí esto... espero que te guste. Saludos por cierto algo que nunca he entendido es que aquí sean las 6 de la tarde y en España sea la madrugada, ¿cómo puede ser eso? es imposible. A quien queremos engañar.

    La historia del tiempo (si es que puede existir alguna).
    Un día el hombre o los hombres (esto tiene que ser cosa de hombres) vieron que existía el día y la noche y los dividieron en la tarde, luego las temporadas, la luna nueva, la llena, la vieja, la no luna, el movimiento del Sol, el medio día y quisieron seguir adelante emocionados y fraccionar el camino de la luz en más pedazos: la 1, las 2, las 3, etc. pero en este afán de captarlo todo y controlarlo decidieron fragmentar la 1 en sesenta pedazos y sigueron con las 2 y así sucesivamente, y en cuanto pudieron esos sesenta pedazos se dividieron en más pedazos, para ser más exactos. Como su cerebro no podía llevar la cuenta y al mismo tiempo trabajar, comer, sacar a sus perros y vivir inventaron el reloj, para tener a la mano el tiempo... y así el hombre, y ahora la mujer también (no olvidemos la equidad), podemos quedar con los demás en llegar a la 1 y llegar a la 1:20, alegando que si el tráfico… quedar de vernos un martes y vernos el viernes (muy mexicano), quedar en que este año sí me caso y estar una década de novios, levantarnos a las 7 y 10 y no a las 7, cuando suena el despertador (el reloj se puede adelantar!). Podemos contar los años que hemos vivido y los que pensamos vivir, cuánto dura una película, a qué hora llegaremos a trabajar, a qué horas se debe dormir un niño y cuantas horas. Clasificamos en un gran archivero la vida que hemos vivido. En cada gaveta ponemos un momento, se etiqueta y se archiva.
    Lunes 10 de febrero de 2007, 20:31:02 Hrs. “Llegó mi nuevo sillón. Fui feliz.”

    Lunes 10 de febrero de 2007, 20:31:03 “ya pasó”.

    Lo que todavía no podemos hacer ni entender, y nos tiene preocupados, es saber ¿cuánto dura un beso? ¿cuánto tiempo se requiere para amar a alguien? ¿cuántas veces (y cuántas debería) bebe el recién nacido del pecho de su madre?, ¿cuánto tiempo pasa cuando ves a los ojos de alguien y se pierde tu mirada?, ¿cuánto dura un pensamiento?, ¿y un sentimiento?, ¿a qué horas se acabó el amor?, ¿desde cuándo soy feliz?, ¿cuánto duro mi sueño?, ¿a qué horas me quiero morir?, ¿cuántos años tiene el mundo?, ¿cuántos años tiene un chino? ¿a qué hora murió Julio Cortázar? ¿murió?, ¿hace cuánto no te veo?, ¿cuánto tienes esperando?, ¿a qué horas empezó a llover? Nadie sabe porqué los relojes no funcionan en esos momentos.

    Conclusión
    Lo único malo de querer medir el tiempo es que cada quien tiene su reloj.
    Rubí Fernández

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  2. Rubí, me ha gustado mucho tu comentario, que se merece una entrada para él mismo. Gracias por dedicarlo en mi blog.
    ¿El tiempo es una cuarta dimensión ó es un invento nuestro? Quizá el encorsetamiento al que nos somete el tiempo sea el primer tributo que tuvimos que pagar en nuestra evolución. Ahora mismo me cuesta hablar de una acción sin nombrar la palabra tiempo ó la palabra hora.
    ¿Existe el tiempo para nuestros perros? Yo creo que no, por lo menos tal y como lo es para nosotros. Ellos tienen momentos para sus necesidades, momentos para comer, descansar, jugar, cazar, procrear,...e incluso para morir. Vivir el presente y disfrutarlo con la mayor intensidad de lo que son capaces. De ahí que nos cautiven.
    Tu comentario no tiene desperdicio. La infelicidad surge al disfrutar de algo hasta justo el instante en que se consigue, entrando en una espiral de desos que se desvanecen al conseguirlos. Cuando se deja de conseguir tan solo uno, llega la frustración.
    Por eso tenemos tanto que aprender de nuestros perros y es tan recomendable su convivencia con nuestros niños.
    Para terminar ¿Puede existir algo tan abstracto y relativo como el tiempo? Cuando respondamos a esta pregunta sabremos el origen del Universo.

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  3. Uau.
    Buena conversación, Caballero. Ludovico me mira desde su cojín, y mueve la cabeza: Ahí está esta otra vez tratando de entender todo, pobre yo sólo sé una cosa... es tiempo de la siesta. Y yo lo sigo.
    Yo no entiendo nada del universo por más que estudio y veo mapas y me explican No entiendooooo.
    Tenía dos amigos matematicos uno estudio en Moscu y otro era italiano pasabamos horas hablando del espacio y las matemáticas, enontraron en mi una excelente escucha, una, creyeron, excelente alumna, y la verdad es que no entendí nada, pero me quedaron sensaciones muy bonitas de pequeñez y grandiosidad. Luego te escribo mis ideas del hombre y la mujer en el universo. Salud y buena tarde.

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  4. jajaja, la coletilla de tu escrito ha sido genial y acertada.
    Lo mas barato y satisfactorio contra la crisis es VIVIR.

    Lo intentaremos, te lo prometo.

    Coffee

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  5. rubi, me imagino a Ludovico moviendo la cabeza con esa cara de actor dramático que tiene. He visto su foto de obedezco pero me cago (con perdón) en tu blog y me parto. Barbudo tenía que ser.
    Sí Coffee, vivir y aprovechar cada instante. Yo creo además que es una buena época para disfrutar de las buenas lecturas.

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